A policía chilena asasina a un mozo, malabarista da rúa

Un carabinero asesinó a Francisco Martínez Romero, un joven malabarista en la ciudad chilena de Panguipulli, a 720 kilómetros al sur de Santiago. El oficial utilizó su arma de fuego. Los sables usados por Martínez Romero eran únicamente para fines artísticos y no tenían filo. Según el testimonio de una testigo recogido por el periódico chileno Resumen, el carabinero primero disparó a los pies del joven y después al pecho. La Justicia dispuso que el imputado, cuya identidad se mantiene en reserva, quede detenido.

“Tiene un disparo en el pecho con salida del proyectil, lo vi, no me lo contaron” relató la testigo, que también es enfermera y auxilió a joven asesinado en la calle. Según el testimonio de la enfermera, el carabinero que disparó y los demás oficiales que estaban en la zona escaparon inmediatamente. “Carabineros ni siquiera cortó el tránsito de los vehículos”, afirmó. Con la ayuda de los amigos de Francisco Martínez, lograron llevar el cuerpo que estaba en la calle a una vereda donde la enfermera intentó reanimarlo.

De acuerdo con Resumen, la fiscalía instruyó a la Brigada de Homicidios para que realice las gestiones respectivas en el lugar. Mientras que la comisaría 5 de Panguipulli -la misma que integra el carabinero que disparó a Francisco Martínez Romero- no ha hecho ninguna declaración. Tras el asesinato, pobladores montaron barricadas y fueron reprimidos por Fuerzas Especiales de Carabineros.

Las protestas fueron en el centro de Panguipulli y derivaron en incendios de edificios públicos. De acuerdo al portal de Radio Bío Bío, fueron afectados por las llamas la Municipalidad de Panguipulli, el Departamento Social Municipal, Correos de Chile, ChileAtiende, el Registro Civil, Juzgado de Policía local, Essal y Recursos Humanos de la Municipalidad, así como también hubo un intento de saqueo contra una sucursal del Banco de Créditos e Inversiones (BCI). Como saldo de los incendios, también se registraron tres bomberos heridos.

Detención

La Justicia chilena dispuso que el imputado, cuya identidad se mantiene en reserva, “quede detenido” hasta el lunes cuando la Fiscalía presente las acusaciones en su contra y se inicie la investigación del caso.

Mientras que la Policía respaldó al uniformado al argumentar que utilizó su arma en “legítima defensa”, el ministro del Interior, Rodrigo Delgado, ordenó una investigación profunda de los hechos y condenó los incendios en edificios públicos.

“Lamentamos profundamente que un operativo policial termine con la muerte de una vida humana”, expresó Delgado.

En el mismo sentido, el alcalde de Panguipulli, Rodrigo Valdivia, manifestó a los medios de comunicación que Francisco era “una persona pacífica” que se encontraba en situación de calle y lamentó la actuación de la Policía.

Ola de críticas

Los hechos despertaron una ola de críticas en la oposición y en las organizaciones de derechos humanos, que reiteraron la urgencia de refundar el cuerpo policial, al tiempo que en las redes sociales las etiquetas #PacosAsesinos (nombre despectivo y popular con el que se conoce a los Carabineros) y #NuevaPolicíaParaChile fueron dos de las más compartidas.

“Dijimos que Carabineros actúa con intención de dañar, eso debe detenerse. Que se debe romper la tradición de impunidad, incluyendo toda la línea de mando. Que es necesaria una reforma profunda y estructural. Lo de Panguipulli muestra una vez más que teníamos razón”, indicó en Twitter la directora en Chile de la ONG Amnistía Internacional, Ana Piquer.

El autónomo Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) manifestó agregó que “es de suma importancia que el uso de la fuerza sea racional y proporcional”.

Chile vivió a finales de 2019 la crisis social más grave desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), con una treintena de muertos y miles de heridos, que generaron denuncias generalizadas contra las fuerzas de seguridad por violaciones a los derechos humanos.

De “Página 12