Evanxélicos: o novo reino terrenal da extrema dereita en Latinoamérica

Edir Macedo, fundador de la Iglesia Universal del Reino de Dios, vio cumplida su profecía de la ‘nación divina’ cuando su amigo Jair Bolsonaro tocó el cielo (del Palacio del Planalto) en 2018. Macedo es el arquetipo de los líderes religiosos que han ido acumulando riqueza y poder político en América Latina. Las iglesias evangélicas avanzan sin freno en una región que era el semillero de la Iglesia católica hasta hace poco. Cien millones de fieles llenan sus templos y escuchan las soflamas antiabortistas de los pastores pentecostales. Pero su discurso no se circunscribe al ámbito religioso.

Gracias a imperios mediáticos como el que ha levantado Macedo en Brasil, los evangélicos son hoy un influyente lobby político. A Dilma Rousseff casi le cuesta la presidencia en 2010 su idea de despenalizar el aborto. En plena campaña electoral y ante la presión de los evangélicos, tuvo que matizar su propuesta. Leviatán para todas las iglesias, el aborto ha servido ahora de excusa a los evangélicos argentinos para denostar a la escritora argentina Claudia Piñeiro, guionista de El Reino, una serie de televisión que refleja las promiscuas relaciones entre el poder político y algunos líderes espirituales.

Estrenada recientemente en ese averno audiovisual llamado Netflix, la serie ha batido récords de audiencia en Argentina. A la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina le ha debido sentar a cuerno quemado que la ficción se inspire en las veleidades terrenales de algunos pastores.