El número de las víctimas del último caso del asesinato colectivo aumenta aun cuando el Gobierno enfrenta las críticas que se le hace por la inseguridad.
Dos masacres en menos de 24 horas el fin de semana habían sacudido Colombia y todos seguían pendiente de la tragedia, cuando se confirmó este lunes la muerte de tres de los heridos en estos sucesos.
De esta forma, son 15 personas en total que han muerto en dos sucesos separados. Cinco en el municipio de Argelia, ubicado en el suroccidental departamento del Cauca, en un ataque a un establecimiento comercial. Y diez en el noroccidental departamento de Antioquia, en otro ataque contra recolectores de café.
El responsable del último ataque, según las autoridades, sería el Clan del Golfo, la principal banda criminal del país. Ante la gravedad del caso, el ministro de Defensa, viajó el domingo a la localidad donde ocurrió, Betania. Condenó la masacre y reiteró que detrás de los asesinatos de líderes sociales y de campesinos, está el narcotráfico. Anunció diferentes medidas como una recompensa, para dar con los responsables.
El Gobierno insiste en que todo es culpa del narcotráfico. Eso cuando ya han transcurrido 4 años del acuerdo de paz, que tenía como objetivo poner fin a más de medio siglo de conflicto armado, un sueño que hoy parece lejano. Sin embargo, la violencia no deja de crecer y el presidente evita nombrar estas tragedias como masacres.
Pero las críticas contra el Gobierno no cesan. El Senado le hará un nuevo debate de control político al Ejecutivo por incumplimiento a los acuerdos de paz con las FARC, los asesinatos de líderes sociales y las matanzas que se han venido incrementando en el país.
Según las cifras del Instituto para el Desarrollo y la Paz, desde el inicio del año hasta este 22 de noviembre, han sido asesinadas 303 personas, incluidos 256 líderes sociales, en 76 masacres. Niveles que no se veían desde hace más de 10 años.
De “Hispantv”