Cuba ha enfrentado el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de Estados Unidos por casi seis décadas, y uno de sus mayores impactos se ve en el campo de la salud. A la mayor de las Antillas se le niega el derecho de adquirir tecnologías, materias primas, reactivos, medios diagnósticos, medicamentos, dispositivos, equipos y piezas de repuesto, los cuales tiene que obtenerse en mercados geográficamente lejanos o a través de un tercer país, con un incremento en los costos.
Durante los meses de pandemia, esta política lejos de minimizar su impacto se ha recrudecido hacia niveles sin precedentes, de ahí que el 2020 fuese el año de mayor afectación tanto en número como en ejemplos, por la repercusión que las medidas han tenido en el combate a la COVID-19. Para conversar sobre este tema comparecieron este lunes en la Mesa Redonda directivos de BioCubaFarma, FarmaCuba y MedSol.
Luego de conocer la noticia de que la eficacia de Abdala es del 92,28%, el director de Ciencia e Innovación de BioCubaFarma, Rolando Pérez Rodríguez, inició la Mesa Redonda asegurando que este resultado, junto con el anteriormente conocido de Soberana 02, “tiene una gran relevancia científica y un impacto médico potencial.
“Apenas 10 meses después de haber iniciado los proyectos de los laboratorios del Instituto Finlay de Vacunas y del Cigb, se alcanzan los datos de eficacia en un escenario epidemiológico complejo, caracterizado por las circulación de las variantes de preocupación del virus SARS-Cov-2”.
“De los 332 candidatos vacunales en desarrollo en el mundo, -destacó- solo 10 han reportado datos de eficacia expositivos en la fase III, incluido Soberana 02 y Abdala”.
Al cierre del 19 de junio se acumulan en el país 4 885 870 dosis administradas con ambos candidatos vacunales, lo que ha permitido generar datos sobre la efectividad de los mismos en grupos y territorios de riesgo, de manera que el 20% de la población ha recibido al menos una dosis al cierre del 20 de junio.
Pérez Rodríguez explicó que estos resultados se han obtenido en el medio de una crítica crisis financiera y de falta de recursos necesarios para la actividad de i+d y para el escalado productivo de los candidatos vacunales, “lo que resalta aún más el mérito de los científicos, tecnólogos y especialistas del sistema de salud que han realizado este aporte a la ciencia cubana”.
Serias afectaciones en la producción y distribución de medicamentos
Para hablar de los efectos del bloqueo en la Salud, Tania Urquiza Rodríguez, vicepresidenta de BioCubaFarma, comenzó su intervención recordando cómo el grupo empresarial ha tenido que estresar todo su sistema productivo y de investigación para garantizar todos los productos de protocolo a la COVID-19 y el desarrollo de las vacunas cubanas.
“Todo ello -detalló- en medio de una crisis económica internacional, donde ha colapsado la industria y logística mundial, dificultando poder traer hasta Cuba todos los insumos y materias primas necesarias para investigar y producir los medicamentos y vacunas”.
Urquiza Rodríguez destacó que los trabajadores de BioCubaFarma se han crecido ante estas adversidades. “Es una proeza lo que han hecho en medio de esta crisis sanitaria, donde Estados Unidos arremetió contra Cuba, agudizando una vez más el bloqueo económico, comercial y financiero.
“Bloqueo que afecta -continuó-, en mayor o menor plenitud, a todas las empresas de BioCubaFarma, y por lo tanto, a todo el sistema nacional de Salud y a nuestro pueblo”.
Al ejemplificar los daños ocasionados por el bloqueo, la vicepresidenta del grupo empresarial leyó un mensaje de uno de los proveedores más importantes de BioCubaFarma:
“Les escribo para comunicarles que, como habíamos previsto desde que comenzamos las operaciones, las presiones del bloqueo norteamericano hacia Cuba han provocado que a partir de hoy, el banco donde tenemos nuestras cuentas suspenda operaciones con Cuba, por tanto, esta vía de pago queda sin efecto en todos nuestros contratos. Debemos destacar que dicho banco se mantuvo operando con Cuba a pesar de las presiones del gobierno norteamericano”.
Esto quiere decir -ahondó Urquiza Rodríguez- que todos los recursos y materias primas que se requerían para la producción, recogidos en esos contratos, se paralizaron.
“La persecución financiera que tiene el gobierno de EE.UU. contra Cuba también afecta las actividades de exportación y la capacidad de concertar nuevos negocios, e imposibilita ingresar divisas en el exterior o traer hacia Cuba. Cada vez que montamos una vía bancaria, el bloqueo se monta sobre ella y es imposible traer esas divisas”.
Otra de las afectaciones radica en las entregas, hasta tanto no se defina que tienen menos del 10% de componentes de Estados Unidos. Uno de los mensajes recibidos durante este año de parte de un proveedor decía: “Les informo que todas las operaciones están detenidas hasta tanto se defina qué productos tienen menos del 10% de contenido de origen USA. Esos serían los productos que comercializarán directamente con Cuba, mientras el fabricante no concluya ese trabajo, no es posible continuar suministrando”.
La vicepresidenta puntualizó que esta medida está provocando afectaciones a los medicamentos que se presentan en cápsulas, como los antibióticos o productos de MedSol como el omeprazol.
Además, con el recrudecimiento del bloqueo “también se afectan nuestras vacunas. El mensaje anterior viene de un proveedor que ha mantenido relaciones con el sector biofarmacéutico cubano por más de 30 años y que ahora detuvo las entregas.
“El recrudecimiento del bloqueo sabe a qué le va a hacer daño y sabe que será al sector biofarmacéutico cubano, aquellos quienes le dimos y damos respuesta a esta pandemia en nuestro país”.
El encarecimiento de las compras por no poder adquirirlas en mercados cercanos o tener que utilizar intermediarios que trasladan o nacionalizan las materias primas en un tercer país para poder sumistrarlas, es otra de las medidas del bloqueo que afecta al sector.
Según Urquiza Rodríguez, “estas acciones del bloqueo encarecen en más de un 30% y, a veces en un 50%, los insumos y materias primas que tenemos que adquirir para poder producir nuestros medicamentos. Esto dilata, además, los periodos de reaprovisionamiento para las producciones, porque son materias primas que tenemos que traer de China o India, llevarlas a un puerto intermedio, bajarlas y nacionalizarlas, volverlas a montar y traerlas hacia Cuba”.
Entonces, ¿cómo ha podido BioCubaFarma en medio de esta crisis continuar sus investigaciones y desarrollar productos? La vicepresidenta del grupo recordó que se trata de una industria regulada, “basta que falte un componente de las formulaciones para no poder producir ese medicamento. No son escenarios donde se puedan buscar alternativas. Tienen que ser las materias primas evaluadas y aprobadas por los laboratorios productores.
“Esto ha sido posible -dijo- gracias a una industria integrada, donde en todas sus empresas prima el sentido de la unidad, el humanismo y la cooperación. Contamos con un sistema de balance automatizado en tiempo real donde los productores ven todas las materias primas y basta para que exista una prioridad para que una materia prima se desvíe a otro laboratorio.
“Uno de esos ejemplos es nuestras vacunas, las cuales no estaban en el plan de producción de este año y no ha faltado un bulbo, sello o tapón para formularlas. Hoy contamos con las dosis de vacunas necesarias y continuaremos inmunizando a nuestro pueblo”, aseguró.
Urquiza Rodríguez recordó que el cuadro básico de medicamentos, ajustado por el recrudecimiento del bloqueo y la pandemia, cuenta con 619 medicamentos y, de ellos, 359 (58%) se producen en BioCubaFarma.
¿Cómo se ha comportado este cuadro durante este año? La vicepresidenta de BioCubaFarma explicó que “han ocurrido serias afectaciones en la producción y distribución de medicamentos.
“En 2018, por ejemplo, el promedio de las faltas mensuales fue de 44 de 359 medicamentos del cuadro básico producido por BioCubaFarma. En el 2019, por su parte, este promedio fue de 55 y en el 2020, bajo los efectos del bloqueo y la pandemia, fue de 85 medicamentos.
“En el 2021 -continuó detallando- se nos han ido acabando los suministros y materias primas y el promedio de faltas mensuales ha sido de 120 medicamentos.
“Las prioridades que se han establecido para el sistema de salud pública han sido las hemodiálisis, los productos para los protocolos de tratamientos a la COVID-19 (85% de BioCubaFarma), y los 116 medicamentos de atención al paciente grave, donde han existido afectaciones, pero se han garantizado. Contamos con la empresa comercializadora Encomed que cuenta con un sistema de urgencia y vela por los productos necesarios”, precisó.
Otros de los medicamentos que han tenido prioridad son aquellos 12 de mayor consumo de la Tarjeta Control y a continuación el resto de dicha tarjeta.
“Han estado afectados -reconoció- los productos en crema, jaleas, ungüentos, líquidos, jarabes y tópicos, productos de mucha demanda de la población, pero que desgraciadamente hemos tenido que, ante esta crisis y el recrudecimiento del bloqueo, darle prioridad a otros”.
Limitaciones del bloqueo para la importación y exportación de productos farmacéuticos
“Para realizar esta función tenemos una cartera de más de 500 proveedores, no porque queremos tener muchos, sino porque el bloqueo nos impone una búsqueda constante de soluciones para que la industria pueda funcionar”, explicó.
El 51% de esos proveedores -precisó- son intermediarios, precisamente por las limitaciones de acceso directo a fabricantes y mercados.
Según informó la directora general de FarmaCuba, al no poder acceder a un mercado natural, aún cuando estamos a solo 90 millas de Estados Unidos, la primera economía y el país más rico del mundo, “nos vemos obligados a trabajar bajo largos ciclos de reaprovisionamiento, adquirir los insumos necesarios a precios incrementados en un 30- 50%, y tener en la mayoría de los contratos intermediarios. Todo esto se revierte en altos costos y riesgos de operación logística internacional.
“En el día de hoy recibimos la triste noticia de que otra naviera decidió dejar de operar con nuestro país. Esto tendrá un impacto directo sobre nuestras importaciones y exportaciones, disminuyendo los niveles de acceso a la logística del transporte internacional, con influencia en los ciclos de aprovisionamiento”, informó.
A esto se le suma -amplió- el tema de los contenedores que son unitarizadores de carga, los cuales si están en leasing con compañías norteamericanas no pueden tocar puertos cubanos. “A esto hay que agregar operadores logísticos, navieras e instituciones bancarias cubanas que están incluida en la lista de la OFAC. Todo ello tiene repercusión en el comercio exterior necesario para garantizar la producción biofarmacéutica cubana”.
Al FarmaCuba asegurar toda la industria -acotó-, esta mueve grandes volúmenes de mercancías “que por vía aérea no toda se puede transportar. Hay productos, como las llamadas sustancias peligrosas, que no pueden transportarse por esta vía, sólo de forma marítima. De ahí la importancia de la logística”.
Neyra Muguercia advirtió que todos estos elementos tiene una traducción muy triste: “la baja disponibilidad de medicamentos en estas circunstancias.
“Por la imposibilidad de poder declarar el destino Cuba, es necesario nacionalizar las mercancías en terceros países. Debido a esto se incrementan los costos y los riesgos de operación y producción. Además, se alargan los ciclos logísticos y estas operaciones se tienen que necesariamente hacer con intermediarios que inciden en el precio final de la mercancía. Esto trae como consecuencia que los precios sean menos competitivos para la exportación”, explicó.
Por su parte, los bancos exigen demostrar qué mercancías no hayan tocado puertos o aeropuertos de los EE.UU. o hayan sido operadas por entidades vinculadas con compañías norteamericanas.
“Asimismo, se niegan a realizar pagos a proveedores porque en revisión de los documentos al cobro identifican que las cargas han sido transportadas por nuestra línea aérea o por naviera incluida en la lista de la OFAC”.
El alargamiento de los ciclos logísticos -reiteró-rompe con la estructura de producción de industria. Dentro de las dinámicas de FarmaCuba está la evaluación sistemática de nuevos fabricantes, debido al contexto en que tiene que moverse la industria para garantizar los recursos que requieren de un alto estándar de calidad.
Un ejemplo de cómo impacta el bloqueo en la gestión de comercio exterior lo tenemos en las sustancias sometidas a controles internacionales como los estupefacientes y psicotrópicos, aún cuando tienen un destino de uso lícito, como la producción de medicamentos.
“Esto productos son muy importantes en la atención de salud, pues se emplean en el cuidado a los pacientes graves, casos oncológicos, sin embargo, adquirir estos productos cada día es más complejo. Son pocos los proveedores que se arriesgan a hacer ofertas para la adquisición de estos productos, porque hay que hacer una declaración clara y transparente de origen y destino de estas mercancías y por el bloqueo tienen el temor de venderle a FarmaCuba”, dijo.
Los proveedores piden demostrar qué equipos y mercancías no tienen más de un 10% de componente de origen EE.UU. Esta imposición ha causado la paralización de equipos y hasta líneas completas de producción. Además, limita el acceso a tecnologías de alto estándar, se incrementan los costos y tiene un efecto negativo sobre los productos exportables.
En estos tiempos de pandemia -destacó-, durante los cuales algunos países han limitado las exportaciones de sus productos para atender su situación interna de salud, hay inestabilidad en los procesos productivos donde se fabrican las materias primas que adquiere Cuba, lo que hace que no exista una rápida respuesta a la disponibilidad de los insumos.
“Además, existe un incremento de la especulación en el sector farmacéutico, lo que ha aumentado el costo de las materias primas y existen limitaciones en el movimiento de los técnicos para garantizar la asistencia a las tecnologías y la gestión del mantenimiento de la industria”.
Al finalizar su intervención en la Mesa Redonda, la directora general de FarmaCuba dijo que el comercio exterior se hace hoy lleno de obstáculos, pero eso dinamiza el compromiso de los trabajadores en la búsqueda de alternativas y soluciones. “Eso lo hacemos día a día para garantizar la salud de nuestro pueblo”.
MedSol: Reajustes productivos y búsqueda de alternativa para enfrentar al bloqueo
MedSol es una empresa que se dedica a la producción de tabletas, cápsulas, aerosoles y envases plásticos para la industria farmacéutica indicó el ingeniero Luis Armando Alarcón Camejo, director general de MedSol.
Con una cartera de productos de 196 medicamentos, es el mayor productor de medicamentos para el cuadro Básico de producción nacional con el 35%. Esta empresa produce el 77% de los medicamentos de tarjeta de control, conocido como el tarjetón.
“El bloqueo nos ha impactado duramente. A partir del recrudecimiento de esta política bajo la administración de Donald Trump, tuvimos que cambiar de proveedores habituales, lo que que ha repercutido en 95 materias primas que utilizamos, algunos ingrediente activos y otros incipientes que participan en más de un medicamento”, señaló.
Al cambiar el proveedor -explicó el director general- tenemos que tener en cuenta la calidad de las materias primas, para que cumplan con las características fisicoquímicas y microbiológicas. También lleva un proceso de ajuste productivo, una etapa de análisis de los productos. “En estos tres años este hecho ha impactado fuertemente en la satisfacción de la demanda de medicamentos”.
Otro de los efectos del bloqueo es su impacto sobre los equipos para la producción de tabletas y cápsulas. Alarcón Camejo informó que compraron una encapsuladora con un costo de 930 000 dólares, porque en ese momento había dos troqueladoras fuera de servicio. Esta nueva máquina permitió fabricar algunos de los medicamentos que se encuentran incluidos en el protocolo de la COVID-19.
Otros equipos de laboratorios, como el cromatógrafo gaseoso, también se encuentran parados por falta de piezas de repuesto.
Un ejemplo práctico es el tema del enalapril que es el antihipertensivo con mayor cantidad de pacientes inscritos en el país.
“Nosotros debemos producir mensualmente 41 000 000 tabletas de este medicamento. Durante el 2020 e inicios del 2021 lo que hemos estado entregando es del 60 al 70% de la demanda. Tuvimos una afectación en la línea de envase del enalapril, debido a la rotura de una pieza y el contrato de una pieza de repuesto que podía demorar tres meses se convirtió en siete.
“La pieza -explicó- fue reemplazada por otra de una máquina similar y alternando entre ambos equipamientos para no parar ninguna de las líneas de producción.
“Pero cuando pensábamos que íbamos a estabilizar la producción del enalapril, el suministrador de uno de los insumos devolvió uno de los pagos por la transferencia de los bancos. Hubo que buscar otras vías para que llegara el insumo”, detalló de uno de productos más demandados por la población cubana, que “cada año tiende a subir el número de pacientes, debido al envejecimiento poblacional”.
¿Cómo se dificultan las inversiones de capital en proyectos científicos?
El bloqueo produce grandes afectaciones a la actividad de investigación y desarrollo, señaló, Rolando Pérez Rodríguez, director de Ciencia e Innovación de BioCubaFarma. En primer lugar, dificulta el acceso al mercado de capital de riesgo y al financiamiento público de la investigación y desarrollo a través de la colaboración internacional.
“Los resultados científicos se capitalizan a través de acuerdos pre-comerciales en los que se negocian la propiedad intelectual asociada a los proyectos. El mercado norteamericano representa el 50% del mercado farmacéutico mundial y no tener acceso es un desincentivo para los inversionistas que pueden invertir capital de riesgo en nuestros proyectos ”
En el marco de la pandemia se han movilizado cientos de millones de dólares del fondo de cooperación global a los que prácticamente Cuba no ha tenido acceso. “Específicamente no hemos tenido acceso al financiamiento que se ha promovido para el desarrollo de los candidatos vacunales contra el antiSar-Cov-2”, indicó Pérez Rodríguez
El bloqueo también afecta las disponibilidad de medios de diagnóstico y terapéuticos para la ejecución de ensayos clínicos con estándares de países industrializados. Por ejemplo, hay tecnologías como las utilizadas para la secuenciación de ADN de alto flujo que permitiría tener un estudio más completo y cuantitativo de las cepas que están circulando en el país.
A pesar de las limitaciones del bloqueo -dijo- nuestro sistema de ciencia ha buscado alternativas. La integración con el Sistema Nacional de Salud, con las universidades, el enfoque multisectorial, la institucionalización de la colaboración científica internacional han ayudado a superar muchas de estas dificultades.
De “Cubadebate”