Si le interesa mi casa y no me la puede comprar, es porque no se la quiero vender, ni tampoco se la quiero alquilar o arrendar. Entonces usted me encierra en mi casa, y no me deja salir para ir al supermercado, ni a la farmacia, ni al banco, y tampoco deja que me vendan los repuestos del carro o la moto, y aunado a esto me cancelan las cuentas y tarjetas de crédito y ahorro.
Al cabo de un tiempo mis familiares se van a desesperar, algunos escaparán por la ventana… y usted desde afuera empezará a vociferar que soy un inepto para conducir las riendas de mi casa y que soy un dictador, que hago sufrir a mi familia… y entonces van a comenzar a decir que el gobierno de mi casa está en CRISIS y que los vecinos tendrán permiso para INTERVENIR y ECHARME con el propósito de atender la CRISIS HUMANITARIA de mi familia.
Eso sí… nunca usted dirá que lo que le interesa es quedarse con mi casa. Y que por eso fue que usted me puso a mí en esta situación tan CRÍTICA ante mi familia.
De “Cubadebate“