O exército guatemalteco disolve á forza unha caravana de varios milleiros de emigrantes hondureños

Un dispositivo de 500 soldados, apoyado por la policía, desalojó la caravana de migrantes de la carretera de Río Hondo, en Guatemala, usando gases lacrimógenos. Según el Instituto de Migración Hondureño, el grupo ascendía a 9.000 personas cuando salieron de Honduras la pasada semana, pero los desplazados del lugar este 18 de enero fueron 4.000 migrantes.

No es una guerra, es una caravana de mujeres y niños”, explicaba Andrés Gómez, migrante hondureño, a la agencia Reuters. Sin embargo, fue el Ejército el protagonista del escenario que se desarrolló este lunes 26 de enero en las carreteras guatemaltecas. Un escenario que sí pareció bélico.

Dando un plazo de diez minutos para abandonar la zona, las fuerzas de seguridad de Guatemala comenzaron a replegarse contra la caravana migrante que lleva varios días desplazándose desde Honduras hacia el norte, con el objetivo de llegar a Estados Unidos.

Muchos de los integrantes de la caravana, principalmente hondureños aunque también con algunos salvadoreños, decidieron volver a la localidad de Vado Hondo para buscar alguna otra ruta alternativa. El resto fueron derivados a diferentes pueblos colindantes esperando a ser devueltos a Honduras por medio de autobuses.

La carretera donde se ubicaban desde ayer, al noreste de Guatemala, fue descongestionada por completo por los 500 soldados desplegados con ese propósito, apoyado por decenas de efectivos del la Policía Nacional Civil.

El gobierno de Guatemala se mostró “sorprendido”, a través de un comunicado, por la inacción de las autoridades hondureñas, después de que dejara salir de sus fronteras a sus conciudadanos. Unas críticas que también ha expresado a través del ministro de Exteriores, Pedro Brolo.

Desde que los migrantes pisaran suelo guatemalteco, el gobierno de la nación requirió que sus papeles estuvieran en regla, solicitado además una prueba PCR negativa. Sin embargo, la caravana cruzó la pasada noche el enclave fronterizo de El Florido por la fuerza, por lo que muchos no llevaban consigo ningún tipo documento acreditativo.

Según datos oficiales, los cuerpos de seguridad arrestaron a un total de 1.383 migrantes mientras procedían con el desalojo de la caravana.

Uno de los retos más importantes que enfrenta la administración Biden

La embajada de Estados Unidos en Guatemala no tardó en responder a los acontecimientos y dejó claro que ningún migrante que llegue a territorio estadounidense será “retornado inmediatamente a su país de origen”.

Las estrictas políticas migratorias de un Donald Trump que apura sus últimos días en la Casa Blanca continúan siendo claras. El viernes, Trump activó la emergencia nacional en la frontera con México ante la potencial llegada de la caravana. La última ocasión en la que el presidente estadounidense hizo uso de esta opción fue en febrero de 2019, con su plan estrella del muro entre ceja y ceja.

A pocos días de que Joe Biden jure el cargo, el contexto exterior se ha recrudecido. Dentro de sus planes, el presidente electo ha reiterado en varias ocasiones su compromiso de reformar la política migratoria del país.

En los últimos 50 años, el flujo de migrantes hondureño ha crecido de forma exponencial. Una practica tan habitual que, actualmente, cerca de un millón de hondureños residen en Estados Unidos.

Ante sí, Biden tiene la difícil tarea de deshacer el acuerdo al que Trump llegó con Honduras, Guatemala, El Salvador y México. Denominado como ‘Tercer país seguro’, el proyecto blinda a Estados Unidos ante la migración irregular, dándole legitimidad para agilizar los procesos de deportación.

Un problema intrínseco en las sociedades cetroamericanas

La situación no es ni mucho menos nueva. Tras el desastre provocado por los huracanas Eta e Iota, esta caravana ha sido la primera del año 2021. Pero para los naturales de zonas como Honduras o El Salvador, escapar de sus países es una actividad bastante frecuente. Tanto es así, que las remesas procedentes de exterior son un pilar fundamental para el PIB de ambas naciones.

Si bien se trata del primer intento del año, las autoridades de Guatemala forzaron a volver Honduras a unas 4.000 personas en octubre de 2020, bajo la excusa de la pandemia y los riesgos que derivaban de aquella movilización.

Desde que la primera caravana emprendiese el camino hacia el sueño estadounidense en 2018, miles han tratado de conseguir el mismo objetivo sin demasiado éxito.

De “France24