En Colombia, as mobilizacións sociais contra o Goberno – que se manteñen moi activas dende o seu comezo, hai un mes – están a ser reprimidas pola policía dun xeito tan brutal, que teñen provocado (ata o 26 de xuño) 63 mortes de manifestantes, milleiros de feridos, 28 agresións sexuais a mulleres e 346 detidos “desaparecidos”. Outros moitos manifestantes foron atopados mortos, con sinais de teren sido torturados O senador e ex-alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, publicou un chío, o pasado 24 de xuño, no que, referíndose ao que está a acontecer na cidade de Cali, cualificouno de “dantesco” e engadiu: “O Presidente Iván Duque rachou eticamente ao Estado colombiano: 120 desaparecidos e a posibilidade de execucións xeneralizadas pola Policía”.
O Instituto Samuel Robinson, ven de publicar o seguinte artigo, no que comenta polo miudo a cuestión dos detidos “desaparecidos”
Contradicciones e incertidumbre sobre desaparecidos en el estallido colombiano
A casi un mes de iniciarse el Paro Nacional (Folga xeral) en Colombia, hay incertidumbre sobre la cifra definitiva de desaparecidos, personas que habrían sido arrestadas por las autoridades durante las protestas y ahora no aparecen.
Son cada vez más usuales las imágenes de detenciones en medio de las protestas, donde quienes están siendo detenidos gritan su nombre, mientras quienes tratan de grabar lo repiten para que quede el registro. También se aprecian videos donde los policías intentan detener a quien graba; en muchos casos lo logran.
El método de los manifestantes de gritar su nombre no es fortuito. Esto obedece a que muchos de los que han sido reportados como arrestados posteriormente no aparecen en centros de detención, hospitales o morgues.
Ahora, diversas ONG han puesto a circular videos y se ha confirmado que al menos cuatro personas, anteriormente detenidas, aparecieron muertas flotando en el río Cauca (Cali). Hay también registro de jóvenes detenidos que han aparecido muertos en una cuneta, por un supuesto accidente de tránsito. También se han reportado personas decapitadas, con sus cabezas en bolsas, que antes habían sido detenidas.
Las difusiones en redes han sido virales y difusas, y todo concurre en medio de una madeja de silencios, negaciones, contradicciones oficiales e incertidumbre.
Colombia bajo la lupa
La Fiscalía General de Colombia, entregó este 24 de mayo su informe sobre personas no localizadas. El ente judicial informó que halló a 290 que habían sido reportadas como desaparecidas durante las manifestaciones y que la búsqueda se mantiene activa para otros 129 ciudadanos.
Entretanto, entes como el Centro de Estudios para el Desarrollo de la Paz (INDEPAZ) han refutado la cifra, señalando que hay más denuncias de desapariciones no reflejadas por la Fiscalía.
Días antes, la propia Defensoría del Pueblo de Colombia señaló la cifra de más de 500 personas desaparecidas, lo que refleja clara discrepancia entre los entes oficiales. Con 290 hallados y 129 desaparecidos, hay todavía unas 100 personas referidas por la Defensoría, acorde a denuncias, sin que se aclare su situación.
Por su parte, el gobierno colombiano pidió a la CIDH (Comisión Interamericana de Dereitos Humanos) esperar por las investigaciones de las autoridades locales. antes de que inicie una indagación sobre presuntas violaciones a derechos humanos en el país.
Estados Unidos instó el lunes (24 de maio), a Colombia, a ubicar a las personas desaparecidas, pero al mismo tiempo manifestó su apoyo al Gobierno y saludaron el compromiso de Bogotá de “investigar las denuncias de abusos contra los manifestantes”. “Alentamos a las autoridades a que sigan trabajando para localizar a todas las personas desaparecidas lo antes posible”, matizó Jen Psaki, portavoz de la Casa Blanca.
¿Por qué es importante?
En el marco de esta crisis queda claro el traslado de los métodos aplicados por el Gobierno en zonas rurales a las ciudades.
Es decir, es apreciable la imposición de un estado de sitio y guerra mediante la aplicación de fuerza indiscriminada durante las manifestaciones, con códigos y pertrechos de guerra claramente fuera del canon de tratamiento al “desorden público”.
El discurso bélico de Álvaro Uribe (líder do partido do Goberno e ex-presidente do país)) y el traslado de responsabilidades a las guerrillas de las FARC y ELN y al chavismo, sirve para preguntarse si estos desaparecidos son justo ahora los nuevos “falsos positivos” (persoas inocentes asasinadas friamente polo exército, para despois facelos pasar por guerrilleiros) con la marca del presidente Iván Duque.