El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, señaló que la primera semana de octubre enviará una iniciativa de reforma eléctrica al Congreso del país, una que ha despertado polémica ante sus posibles implicaciones a nivel económico y ambiental.
“Lo que vamos a plantear es que el Estado pueda hacerse cargo del 54% del mercado nacional”, aseguró el mandatario mexicano al referirse al abastecimiento de energía eléctrica en el país, la cual está en juego en la reforma que López Obrador enviará la próxima semana al Congreso nacional.
El mandatario no ha tenido empacho en aseverar que no se le puede ni debe tratar de la misma forma a las empresas privadas y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), perteneciente al estado mexicano, puesto que las primeras buscan el lucro, mientras que a partir de la CFE se priorizará en que el costo de la energía no suba.
“No es desplazar al sector privado, es poner orden porque no se le puede dar el mismo rato a Repsol o a Odebrecht que a la Comisión Federal de Electricidad. La Comisión Federal de Electricidad es una empresa pública que no tiene fines de lucro, es una empresa pública para que no aumente el precio de la luz en beneficio de consumidores domésticos y en beneficio de las empresas, es para impulsar el desarrollo de México”, aseveró el presidente de México en julio pasado.
Pero, ¿qué implicaciones podría tener esta reforma a las finanzas públicas y a la inversión extranjera? “Lo que vamos a plantear es que el Estado pueda hacerse cargo del 54% del mercado nacional”, aseguró el mandatario mexicano al referirse al abastecimiento de energía eléctrica en el país, la cual está en juego en la reforma que López Obrador enviará la primera semana de octubre al Congreso nacional.
De acuerdo con Oscar Ocampo, coordinador de Energía en el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), la idea del presidente de fortalecer a la CFE mediante cambios constitucionales es desincentivar la inversión privada en el sector eléctrico.
De “Sputnik“